Estamos viviendo una época convulsa tanto en el mundo como en España. Las inquietudes patrias son, hasta el momento, de infinita menor intensidad que las que puedan tener ucranianos o palestinos.
Paren el genocidio contra el pueblo palestino. Palestina merece ser reconocida como Estado y vivir libre. Sobretodo vivir, porque la vida sin libertad no es tal.