El ruido que producen los políticos con sus navajeos y descalificaciones llenan los telediarios y los titulares de los periódicos —y rotulan la actualidad— mientras que parecen no existir otros problemas más allá de lo que ellos marcan. Con la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) se defiende que con ello se protege a las capas más bajas de la sociedad, pero detrás hay muchas más cosas.