Tras la arrolladora victoria obtenida por Pablo Casado con el respaldo del 57% de los compromisarios, frente a la candidatura de Soraya Sáenz de Santamaría en las primarias del PP y una vez superado el festival de discursos, aplausos y abrazos, léase Congreso, los futuros dirigentes del partido ya están pensando en el reparto de carguitos y canonjías, salvando la distancia que les separa en función de la candidatura apoyada.