El líder socialista, Pedro Sánchez, ha presentado este lunes un avance del programa del PSOE que incluye 35 compromisos sociales en materia de pensiones, salario mínimo, autónomos, igualdad, sanidad, educación o dependencia, entre otras materias.
El secretario general y presidente del gobierno en funciones, Pedro Sánchez, apelo a hacer “un esfuerzo más” el próximo 10 de noviembre, “porque España necesita un gobierno que sea estable, coherente y que dé respuestas progresistas a los problemas que tenemos encima de la mesa” y el único partido que lo garantiza es el PSOE.
En Ávila, con el 50,36 por cien escrutado, PSOE, PP y Ciudadanos obtendrían un diputado cada uno. Aún así, el PP se mantendría, en estos momentos, en el primer puesto por votos al obtener 17.763 sufragios, un 34,47 por ciento.
Jesús Caro, secretario provincial del PSOE de Ávila, ha tachado de "insuficientes" los fondos destinados a la provincia en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado en lo referido a inversiones, ya que se reducen de 32 millones en 2018 a 28 para 2019.
El único calificativo que realmente mereció y definió las recientes declaraciones efectuadas por Pedro Sánchez en torno al tradicional “Balance del año 2018”, fue el de “exasperante”.
Nada más perjudicial para un país que ser gobernado por un presidente dubitativo, contradictorio y para mayor desgracia ambicioso, como le sucede a Pedro Sánchez, quien por obra y gracia de una moción de censura, algo lícito, accedió a la Jefatura del Ejecutivo pero sin pasar las urnas, evitando así que los ciudadanos pudieran expresar su opinión.
Milagrosamente y desde que el histórico miembro del PSOE, José Félix Tezanos, dimitió de la Ejecutiva socialista para acceder a la dirección del Centro de Investigaciones Sociológicas, todos los meses, el Partido Socialista no deja de acumular potenciales electores en las encuestas, con lo cual Pedro Sánchez, prácticamente, dobla en sufragios a Pablo Casado (PP).
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“Le pediré a Sánchez las veces que sean una reunión de Estado para hablar de la situación de Cataluña y consensuar las políticas necesarias”, ha asegurado el presidente de Ciudadanos (Cs), Albert Rivera, quien ha explicado estar dispuesto a hablar con cualquier partido constitucionalista. Ha insistido en que le pedirá a Sánchez “expresamente que rectifique y apoyen la moción de censura”.
Asegura que lo que no ha sido posible en una plataforma electoral antes de las elecciones del 10-N, lo hará el PP en las urnas. “Eso es posible según algunas encuestas. Ya no es invariable que Sánchez gane las elecciones”.
Sería un error pensar que ha sido la casualidad, la que ha llevado a Sánchez a la Moncloa y que es la casualidad quien le mantiene allí. Encumbrado, donde nunca mereció llegar, gracias a un plan que no tuvo nada de azar, disfruta Sánchez como el nuevo rico que teme despertar del sueño de serlo.
Recientemente, las críticas sobre la presunta manipulación de datos por parte Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) han resultado abrumadoras. Lo que ha provocado que dicho organismo, al que avalan 20 años de profesionalidad, haya perdido gran parte de su credibilidad, si es que todavía conserva alguna desde la toma de posesión del Sr. Tezanos, antiguo se refiere dirigente del PSOE.
A este paso, el prestigio de nuestra democracia acabará por los suelos. Ya son varios los medios, redes sociales, etc. en los cuales, a nuestro peculiar Marco Polo se le equipara con el innombrable Zapatero, y tal comparación rompe todos los moldes de la categoría y eficacia política… Existen ciertos temas que ni como broma deberían ser tolerados.
La escasa participación en las pasadas elecciones autonómicas andaluzas, en esta ocasión ha resultado un dato clave con especial repercusión negativa para las fuerzas de izquierda.
De inimaginable y amargo habría que calificar el debut que resultó para Pedro Sánchez su obligada asistencia a la celebración de la pasada Fiesta Nacional del 12 de octubre.
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