El debate refleja una gran batalla entre un sistema que intenta mostrar que opera bajo reglas apolíticas, contra un Primer Ministro cuyos métodos han llevado a durísimos enfrentamientos, lo político se lo disfraza de judicial, es un empaque que puede tener mejor circulación y credibilidad.
Desde el mismo momento en que el Tribunal rechazó la solicitud de Netanyahu para no concurrir personalmente a su apertura, solicitud nada descabellada que tiene muchos antecedentes judiciales, estaba claro que todos intentarán transmitir una determinada imagen, al rechazar tal solicitud enviaban uno, que Netanyahu como imputado no dispone de privilegios.
Pero esa intención llevaba oculta la contraparte, el comportamiento de Netanyahu estaba claro que no sería gratuito, en su mente nunca se le cruzó la idea de regalar nada, mucho menos en los tribunales, todo estaba servido, el show a su disposición.
Su planificación comenzó a mostrarse pocos minutos antes en su conferencia de prensa difundida a su llegada a Tribunales, tranquilidad en su rostro pero con todos los tapones de punta, en la misma, periodistas, funcionarios judiciales y policiales, la procuración, sin temor, con seguridad directamente a sus cabezas, escuchar luego el tartamudeo de algunos de estos demuestra claramente que los ataques llegaron a lugares más que sensibles.
Hoy todos los medios de comunicación y sus principales periodistas masivamente han asumido una posición anti Netanyahu, de repente ellos se refieren a la libertad de los jueces, que hay que respetarlos en sus decisiones, sería interesante recorrer el historial y los antecedentes de muchos de ellos, en paralelo la calle está llena de rumores sobre decenas de millones de dólares que fueron cambiando de titularidad.
Transcurrirán varios meses, posiblemente no menos de un año, hasta que el juicio retome públicamente su movimiento, tiempo más que suficiente para que muchas cosas políticamente se modifiquen, todas las condiciones están dadas para ello.
Netanyahu aún continúa con el poder en sus manos, para muchos más que preocupante, de temer, ahora más que nunca.
Hasta la próxima...