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EL HALCÓN DE CASTILLA

Martiherrero: Un rincón histórico entre montañas y tradición

Martes 18 de febrero de 2025

En el corazón de Castilla y León, a apenas 7 kilómetros de Ávila capital, se alza Martiherrero, un municipio que combina la serenidad de la vida rural con un patrimonio histórico sorprendente. Con una población que ronda los 360 habitantes, este pueblo, enclavado a 1.230 metros de altitud, es un mosaico de tradiciones, paisajes agrestes y una herencia cultural que se remonta a épocas vettonas y romanas.

La iglesia: Un legado arquitectónico
Entre sus joyas arquitectónicas destaca la Iglesia de San Miguel Arcángel, una construcción del siglo XII que fusiona estilos románico y mudéjar. Su robusta fachada de piedra y ladrillo, adornada con arquivoltas talladas, custodia en su interior valiosas obras de arte sacro, como un retablo del siglo XV y frescos con escenas bíblicas. No menos relevante es la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, vinculada a las fiestas patronales y testigo del paso de figuras históricas como Santa Teresa de Ávila.

Población: Un tejido social en equilibrio
Aunque pequeño, Martiherrero mantiene una dinámica demográfica estable, con una leve tendencia al crecimiento en los últimos años. La comunidad, distribuida entre el núcleo urbano y áreas diseminadas, refleja una convivencia arraigada en valores rurales, donde la agricultura y la ganadería siguen siendo pilares económicos.

Economía: Raíces agropecuarias y turismo emergente
La economía local gira en torno a los campos de cultivo y la cría de ganado, herederas de una tradición que se remonta a la trashumancia por la Cañada Real Soriana. Sin embargo, en los últimos años, el turismo rural ha ganado impulso. Las casas rurales rehabilitadas, que mezclan piedra centenaria con comodidades modernas, atraen a visitantes en busca de tranquilidad. La gastronomía, con platos como el cochinillo asado o las chuletas de cordero, completa la experiencia auténticamente castellana.

Fiestas patronales: Color y devoción
El calendario festivo de Martiherrero es una explosión de folclore y religiosidad. Las Fiestas de Nuestra Señora de la Asunción, el 2 de julio, marcan el punto álgido con procesiones, bailes tradicionales y comidas comunitarias. En enero, la Matanza Popular revive costumbres ancestrales, mientras que en febrero, Santa Águeda congrega a las mujeres en una celebración llena de simbolismo. En verano, la Ruta Motera (tercera semana de julio) y la Semana Cultural (agosto) dinamizan el pueblo con actividades para todas las edades.

Un futuro entre historia y naturaleza
Martiherrero no solo mira al pasado: su entorno natural, próximo a la Sierra de Ávila, invita al senderismo, el ciclismo y la observación de aves. Con un tejido social cohesionado y un patrimonio que resiste al tiempo, este municipio abulense se erige como un ejemplo de cómo la tradición y la modernidad pueden coexistir en armonía.

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